La mayoría de las mujeres tenemos múltiples roles. Unas son más exitosas que otras, dependiendo del parámetro o definición que hemos creado. Otras se sienten fracasadas y no ven oportunidades donde las hay, por lo que el éxito no se trata de roles; más bien de desarrollar habilidades y hacerlas parte de tu identidad desde la oportunidad.
La habilidad que me llevó al éxito es la autodisciplina. Esto me ha hecho sentir una mujer extraordinaria y me mantiene enfocada en el proceso de alcanzar las metas. Es oportuno aclarar que la autodisciplina es amor propio o autoestima. Comienza con nuestros pensamientos y se manifiesta en el exterior con nuestro comportamiento. ¡Jamás se impone!
La pasión que nos mueve hacia la meta es lo que nos acerca o nos aleja de ser más o menos disciplinada. Esto quiere decir que, si me propuse hacer ejercicios todas las mañanas, aunque no tenga deseos de hacerlo, me levantaré motivada por lo que voy a lograr. A esto se le llama disciplina.
Otro ejemplo sería la necesidad de comer; de lo contrario moriremos. Disciplina es lo que necesitas para convertirte en una mujer exitosa. Aclarado esto debo destacar que lo que convierte a una mujer en exitosa no es lo que exhibe, en cambio sí del SER a través de lo que las acciones relevantes y las trascendencias que realiza.
Movida por mi experiencia y el acompañamiento a múltiples mujeres hoy quiero regalarte 5 pasos importantes para desarrollar la disciplina:
- ¡Conócete a ti misma! Toma una hoja y divídela en 4 y realízate un análisis FODA: Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas.
- Planifica tu día, según las prioridades de importancia. La organización y la administración son pilares importantes a la hora de ser disciplinadas. Es el punto de reflexión donde comienza la disciplina.
- Comienza por establecer una rutina matutina: levántate a la misma hora, haz un ritual en el mismo orden cada mañana, organiza tu agenda.
- Sé diligente: inicia inmediatamente a hacer lo que tienes que hacer sin permitirte ningún tipo de excusas.
- Evita todo tipo de distracción. Nada que te desenfoque de estar cerca de ti y tu propósito.
Jim Rohn dijo que el mayor valor de la vida no es lo que consigues. El mayor valor de la vida es en lo que te conviertes. En mis palabras, las mujeres exitosas son las que tienen la capacidad de dirigir y controlar sus pensamientos y sus acciones cotidianas.
